domingo, 9 de marzo de 2014

El Onoto en mi comunidad indígena lo utilizan como repelente contra insectos, para protegerse del sol, para adornarse, para teñir tejidos, Es un colorante natural para los alimentos, mi abuela Petra aplicaba las hojas de onoto para los dolores de cabeza y de la cara, nerviosos o irritación; se tomaba en buches para las inflamaciones o escoriaciones de la boca, y en lavados para las enfermedades del recto. Me encantaba abrir las conchas y sacar las semillas, mi abuela nos decía las colacan al sol para que se tueste la semilla, que la colocaba en un envase de vidrio con aceite el cual agarraba un color  rojo, se le echaba a todas las comidas, hasta a los hervidos de pescado. Sí la comida iba sin onoto la -abuela decía a mi así esto no me gusta-.

Las maravillas de la alquimia y la sabiduría indígena han hecho posible desde hace más de 500 años y hasta nuestros días, que la yuca amarga, y las propiedades venenosas del ácido que desprende, se conviertan en soles de pura fibra que brillan ante la presencia de unas caraotas, un pescadito o un sancocho. Cómo no recordar los dáias que realizaba el casabe con mi abuela era una jornada larga y de mucha enseñanza porque hacer el casabe tiene sus trucos uno de los que más recuerdo y estaba atenta era con el zumo que botaba la yuca era potentemente venenoso, una vez estuve a una rayita que mi abuela no me reprendiera, porque me puso a cuidar el pote que colocaba en el suelo donde caia este jugo y un cichinito se acercó a tomarlo y casi se va a una olla ese día , la expriencia de mi abuela la llevó
a agarrar el cochinito y darle rapidamenete leche y se salvó. Gracias a los dioses
La Manaca
 uno de los modos en que toman la manaca es en jugo, de color morado intenso. Es una bebida muy popular en la región Amazónica que, además, cuenta con un mito hecho tradición. La manaca es asociada por los indígenas a la sangre, de modo que cuando hay carencia de la misma, por una hemorragia o alguna enfermedad o se presentan problemas de este tipo, se ofrece al enfermo este jugo. Es un rito imprescindible el que, luego de tomarlo, se esperan 3 horas hasta consumir algún alimento, a fin de que las propiedades de la manaca se apliquen en la sangre. Mi abuela petra le encantaba tomar su carato se manaca después de un buen hervido de pescado.
De la caña de azúcar se hace un delicioso guarapo o bebida refrescante, en las épocas de verano intenso en mi comunidad indigena junto a mis hermanos y mi abuela haciamos largos recorridos para buscar la caña en cerro negro un conuco que tiene todavia mi tio Chua; al finalizar la caminata nuestra mejor satisfacción era moler la caña de una sin descansar y directamente tomarnos el jugo en una gran tapara o vasija. Mi abuela colocaba un pote donde recolectaba el zumo que quedaba, al pasar de los días eso se convertía en un terrón de azúcar que servía para endulzar otras bebidas.


El moriche es un fruto que se consume fresco, o se sumergen en agua, en mi comunidad indígena se recolecta en época de invierno se encuentran flotando en las lagunas de agua, de este fruto se extrae una masa con lo cual se fabrica una bebida refrescante llamada carato de moriche la masa sirve también para hacer unas ricas arepitas.
Mi abuela en el patio de la comunidad sembraba de manera tradicional y artesanal variedades de ajíes picantes, recuerdo que decía que los hombres era impresindible comer picante para que el cuerpo calentara y tuvieran más fuerza a la hora de trabajar largas horas en los conucos o pescar. Cuando llegaba a la comunidad sí mi abuela me ofrecia algún plato de comida, decia -héchele picante para que cuando sea vieja no sufra de enfermedades-. De ahí nació mi gusto por el picante y al que le atribuyo los 104 años que vivió mi abuela, ya que en su comida no faltaba el ají.